Exposición ¿Viaje al Corazón de Bolivia?

VAB200820131.jpgENTREVISTA A ROBERT BROCKMANN

La Paz, 15 de agosto de 2013 (CCELP).- Director del Centro de Información de la ONU, Robert Brockmann es también uno de los artífices de la exposición periodística “Viaje al corazón de Bolivia”, que se inaugura el próximo 20 de agosto en el Centro Cultural de España en La Paz, a las 19.30 horas.

Brockmann subraya que esta iniciativa es “un retrato de la Bolivia de inicios del siglo XXI, cuya intención es “explorar y mostrar la vida de los bolivianos”. Este escritor y comunicador contesta a una serie de inquietudes sobre la exposición, su forja y el sentido de este sobresaliente acontecimiento periodístico y cultural.

.- Estimado Robert, ¿cuál fue la génesis de esta iniciativa?

Al César lo que es del César. La idea original partió de Raúl Peñaranda, director del diario Página Siete, a fines de 2010. La propuesta iba en la línea de mostrarle a una audiencia urbana, inmersa en la intensidad de la política boliviana, cómo viven otros bolivianos en lugares que no son ciudades capitales, ni localidades demasiado frecuentadas. La idea llegó en el momento correcto, pues en Naciones Unidas llevábamos a cabo, por una parte, la campaña “Convivir, Sembrar Paz”,  que llamaba a los bolivianos a la convivencia pacífica, luego de la situación de tensión política que llevó a la muerte violenta de 13 conciudadanos en Pando en 2008.

La propuesta de Raúl encajaba bien en la campaña. Para mayor muestra de que todos los planetas estaban alineados, el Fondo español para el Logro de los Objetivos de Desarrollo del Milenio (FODM) puso a disposición de Naciones Unidas los recursos para poner en marcha varios programas interinstitucionales, uno de los cuales se llamó la “Ventana de Paz”. Así, la idea de Página Siete se encontró con la estructura de la campaña de Naciones Unidas y con los recursos españoles para la Ventana de Paz. Todo cuadraba para comenzar “El Viaje al Corazón de Bolivia”. No recuerdo si el nombre también vino de Raúl, o fue idea mía, inspirada (mal ejemplo, mal ejemplo tomado en positivo) en la obra de Joseph Conrad, “Into the Heart of Darkness”.

.- ¿Cuál fue el papel de Naciones Unidas en el respaldo del proyecto?

Naciones Unidas se haría cargo de la planificación y logística, en diferentes niveles. Por ejemplo, ¿cuál habría de ser el criterio para elegir la ruta y las localidades a ser visitadas? Estaba claro que Bolivia se divide en tres regiones geográficas bien diferenciadas: 1) los llanos amazónicos, 2) los valles y chaco, y 3) los Andes con sus valles interandinos. Por tanto, debían ser tres rutas separadas. Tres equipos distintos. Cada equipo compuesto por un fotógrafo, un cronista y un investigador social, que recogiera datos.

¿Cómo elegir las localidades? Por un par de criterios. Por una parte, aquellas que tuvieran indicadores sociales extremos, buenos o malos. Por otra, aquellas localidades que fueran interesantes por motivos históricos, geográficos o culturales especiales. Había mucho de donde escoger.

La Oficina del Informe de Desarrollo Humano / Objetivos de Desarrollo del Milenio del Programa de las naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD IDH/ODM) elaboró una lista de localidades con los indicadores más extremos: aquellas con mayor o menor índice de mortalidad materna o infantil; los mejores o peores indicadores de escolaridad; de acceso al agua potable, etc. En el camino había que intercalar localidades interesantes por sus características culturales: Urubichá por su amor a la música barroca interpretada por indígenas tacanas; Curahuara de Carangas por ser sus habitantes los custodios aymaras de un tesoro del barroco mestizo; los chipaya, por ser celosos guardianes de su identidad; Puesto Fernández Alonso por ser un polo de la industria azucarera, Bolpebra por ser el punto más alejado en el de por sí lejano norte, etc. ¿Cómo percibían ellos la bolivianidad? ¿Cómo se perciben ellos como parte de un todo?

Para el trazado de la ruta fueron necesarios siete mapas. El más confiable, y aun así algo impreciso, fue un mapa de las carreteras y caminos bolivianos traído de España, elaborado e impreso en Alemania. Y aun así, fueron necesarias modificaciones de la ruta in situ.

Página Siete publicó la convocatoria para los fotógrafos y cronistas. Raúl Peñaranda y su equipo estuvieron a cargo de elegir a los cronistas. Gabriel Mariaca, de la firma Icónica, y yo, estuvimos a cargo de elegir a los fotógrafos. El criterio era que fueran jóvenes y que demostraran, mediante su portafolio, tener una mirada nueva y propia. En Bolivia hay una nueva generación de estupendos fotógrafos jóvenes, lo que hizo que la elección fuera muy estrecha. Al final, no nos equivocamos, ni con los fotógrafos, ni con los también estupendos cronistas.

.- Como boliviano que ha residido en el exterior mucho tiempo, ¿cuál crees que debería ser la actitud o las iniciativas por parte de las autoridades bolivianas para promover el turismo? ¿Quizá con proyectos como éste del Viaje al Corazón de Bolivia?

Bueno, ésta no es una iniciativa destinada a promover el turismo. Si lo hace, bienvenido sea. Pero de hecho, si bien todos los trayectos se hicieron en transporte público (lo cual prueba que ese recurso es posible), el Viaje al Corazón de Bolivia ilustra de manera realista las limitaciones de transporte y alojamiento en lugares que no son las rutas ni los destinos principales, y que sin embargo, muchos de ellos son lugares idílicos con gran potencial turístico.

El objetivo principal del Viaje al Corazón de Bolivia era tomar un retrato fidedigno de la Bolivia de principios del siglo XXI, y que los bolivianos de las ciudades pudieran ver que sus compatriotas, lejos de las rencillas políticas, tienen aspiraciones a bienes y derechos que muchas veces damos por sentado: agua potable, servicios médicos y educación de calidad; caminos, carreteras, conectividad. Cosas en las cuales el país ha avanzado muchísimo en los últimos pocos años, pero en las cuales todavía queda mucho por recorrer y está recorriendo en la dirección correcta.

Ojalá esta exhibición pudiera llegar a muchos lugares del país, y pudiera exhibirse en el exterior. Mi mayor ambición, por el momento, es convertir esta exhibición en un libro, de modo que se puedan apreciar también los excelentes y profundos textos.

.- ¿Hay alguna iniciativa similar para el futuro?

Por el momento no, pues la crisis económica mundial ha afectado fuertemente a muchos países miembros de Naciones Unidas, y por lo tanto, también a Naciones Unidas. En el tiempo de vacas flacas que nos toca, deberemos maximizar la eficiencia en el uso de los pocos recursos de los que disponemos. Ideas nunca faltan. Lo que falta son recursos.