El 25 de mayo se celebra la efeméride de Sucre y de Chuquisaca en honor al 206 aniversario del Grito Libertario de América Latina. Una destacada celebración nacional que tiene como telón de fondo la ciudad de Sucre, Patrimonio Cultural de la Humanidad desde 1991.
Una nueva ocasión para que la ciudad difunda al exterior su rico patrimonio cultural material e inmaterial que le hicieron merecedor del título de UNESCO y que hoy en día es uno de los motores de desarrollo de la ciudad y la región atrayendo a turistas y visitantes y generando procesos de mejora de la calidad de vida de la población.
A dichos actos se ha sumado la labor de la Escuela Taller Sucre que desde hace una semana trabaja con su alumnado en la conservación, limpieza y adecuación de la Casa de la Libertad, la plaza principal y los principales monumentos de la ciudad que han acogido los actos centrales donde ha estado presente el Presidente del Estado Plurinacional de Bolivia, Evo Morales.
El reconocimiento que hoy recibe el patrimonio cultural de la ciudad, que ha sido destacada dentro de las 25 ciudades coloniales más bonitas del mundo, es resultado de las políticas de preservación y revitalización del patrimonio que el Municipio desarrolla en colaboración con instancias culturales de la ciudad. En este esfuerzo ha colaborado económicamente y técnicamente de forma ininterrumpidamente la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo a través de su Programa Patrimonio para el Desarrollo.
En 1996 junto al Gobierno Municipal se puso en marcha el Plan de Rehabilitación de las Áreas Históricas de Sucre, hoy integrado en la Unidad Mixta Municipal Patrimonio Histórico-PRAHS, que ha trabajado en normativa, planificación, seguimiento y ejecución desarrollando modelos piloto de gestión de patrimonio en Bolivia.
Fruto de ello ha sido el Plan Maestro de Revitalización del Centro Histórico y diversos proyectos de intervención y programas como el de Mejora de Vivienda del Centro Histórico, mejora de espacios públicos o gestión de templos y conventos.
Como complemento a esta oficina técnica se creó la Escuela Taller Sucre en 1998 para asegurar la formación técnica de jóvenes de grupos vulnerables en oficios vinculados a la protección y rehabilitación de patrimonio cultural. Gracias a las prácticas desarrolladas por el alumnado en su periodo formativo y la gran calidad de la enseñanza, se han podido intervenir cerca de 90 bienes culturales, entre ellos la iglesia y convento de San Francisco que alberga la campana que dio lugar al Grito Libertario.
Ambas instituciones realizan una función muy destacada en la sensibilización y creación de espacios de participación de la ciudadanía para la protección del patrimonio, considerándolo un recurso esencial para el desarrollo de la ciudad y de su población de forma sostenible, creativa e inclusiva.
La AECID seguirá apoyando en el 2015 las políticas públicas locales a través de nuevos apoyos financieros para el PRAHS y la Escuela Taller Sucre y fortaleciendo ambas instancias a través de su integración en la Red Nacional de Escuelas Taller y su articulación con los programas y políticas nacionales. Todo ello junto a las instancias socias como el Ministerio de Culturas y Turismo, la Gobernación de Chuquisaca y el Gobierno Municipal de Sucre.
Estos proyectos se insertan en la línea de trabajo de AECID de fortalecimiento de políticas públicas en el ámbito cultural y educativo. En este sentido se viene acompañando la acción del Ministerio de Culturas y Turismo, apoyando la Ley de Patrimonio y el Sistema Nacional de gestión de Sitios Patrimonio Mundial, poniendo a su servicio toda la experiencia desarrollada por las instancias locales y la AECID en Potosí, Sucre y las Misiones Jesuíticas de Chiquitos y generando espacios de articulación entre ambos niveles.
De la misma forma, la Escuela Taller se articula con las políticas educativas nacionales integrándose en los postulados de la Ley de Educación n° 070 Avelino Siñani – Elizardo Pérez. En ese sentido, las escuelas taller cuentan con el reconocimiento de su formación por parte del Ministerio de Educación del Estado Plurinacional de Bolivia mediante decreto ministerial de septiembre de 2012, y dentro del subsistema de Educación Alternativa, que considera a las Escuelas Taller como experiencia de referencia de formación técnica dentro del modelo de educación sociocomunitario productivo.
